“Esto se está poniendo peor”, la conmoción por la muerte de Mafalda Sánchez y el miedo de vivir inseguros

Mafalda Sánchez tenía 67 años y vivía en los monoblocks del Barrio La Rioja desde hace por lo menos 40 años. Era una reconocida militante del Partido Justicialista, y muy querida por todos. Los vecinos no encuentran consuelo, y todavía no pueden creer que le quitaran la vida de esa manera tan violenta.

Dos delincuentes simularon ser electricistas, cortaron la luz del departamento y pudieron entrar a la vivienda que da a calle Chacabuco y Las Heras. Los investigadores sospechan que le robaron y la golpearon hasta causarle la muerte. Adentro revolvieron todo, posiblemente en búsqueda de dinero.

La noticia sacudió a la ciudad, y en particular a la barriada que para referenciar el punto, se encuentra a dos cuadras de la Avenida 25 de Mayo y a 3 de la Municipalidad de Villa Mercedes (que está sobre Avenida Mitre, frente a la Plaza San Martín). A la vuelta se encuentra el Hospital de La Villa.

A las pocas horas de conocerse el crimen, Karina Fasano contó que días atrás le tocó vivir una situación similar. “Me cortaron la luz y quisieron barretear la puerta”, alertó para graficar que la inseguridad no es una sensación, sino una realidad que les preocupa desde hace tiempo.

Las cámaras de seguridad de un vecino captaron a los jóvenes cuando salieron corriendo, afortunadamente, sin cometer el robo ni causar daño a la dueña de la propiedad: “Me di cuenta que había gente afuera y alcancé a golpear, a hacer ruido adentro de mi casa. No abrí nunca porque no sabía con qué me iba a encontrar afuera”.

Para estar prevenidos, Carina Aristeta, una comerciante, creó un grupo de WhatsApp.

“Antes no pasaba nada, estaba todo tranquilo. Ahora de golpe con esto no sabés qué te va a pasar”, manifestó esta mañana Joaquín, que también fue consultado por El Chorrillero. Contó que a un hombre que vive sobre el Pasaje José Hernández ya “le entraron a robar como 30 veces”.

Por su parte Olga, la dueña de una pollería situada en la esquina de Chacabuco y Belgrano, cierra temprano las puertas del local pero sigue trabajando adentro: “Yo me encierro y cuando me voy presto atención para prevenir de alguna forma”.

Comentó que por la cuadra “hubo personas mayores que los han golpeado para sacarles un monedero”, y que en la casa del frente “le rompieron un vidrio”.

Aseguró que el barrio “es bravo”.

“Sé que hay chicos que son terribles, pero no los ubico”, concluyó.